POCO HAY NADA QUE DECIR.
Sin cúpulas no hay órdenes de partido
ni servilismo.
Y nos evitaríamos los repugnantes espectáculos que los partidos tradicionales nos están dando, cambiando sus votos y sus proyectos según sus intereses.
No hay ningún sistema perfecto, pero cuando algo se engangrena, hay que cortar.
Corta con los que te utilizan
No hay comentarios:
Publicar un comentario